De nuevo vivimos un tiempo de hartazgo y de nuevo vuelve a pillarnos a contrapie. No lo esperábamos. Pensábamos en unas Navidades como las de antes, en las que volvieran a ser compatibles las confortables y cálidas reuniones familiares con las alegrías y los excesos que pudiéramos con los amigos. Y de nuevo no. Un bucle coronavírico más. En el centro de salud no te contestan el teléfono ni te dan citas porque están hasta arriba y el presidente de gobierno solo receta mascarillas en la calle. Ok, toca fugarse.
Así que nos fugamos hoy con el Perro Paco a darnos un garbeo por el Jardín Botánico, al que regresamos después de nuestra visita de primavera, cuando fuimos a ver los tulipanes florecer. Volvemos al Botánico en este diciembre para vivir la nueva edición de la instalación Naturaleza Encendida.
Para quien nos visite en estas fechas o para quien habite la ciudad en estas Navidades, la visita a Naturaleza Encendida es uno de los planes que sin duda debe intentar, y digo intentar porque las entradas parece que están agotadas, pero se ha dejado una puerta abierta a la esperanza. Si hubiera que definirlo para quien no lo conozca, algo improbable si vives en la capital, en síntesis se trata de que en el delicioso Jardín Botánico de Madrid, situado en el emblemático Paseo del Prado, se han instalado un millón y medio de luces LED de colores, generando cuando cae la noche sobre la ciudad un espectáculo de frío, luz y color por el que pasear entre los árboles del jardín.
Instagram se ha llenado de las fotografías de las experiencias de sus visitantes, y con razón, porque la instalación da para el lucimiento en la red social de las imágenes. Aquí no abusaremos de ello, porque tenemos el convencimiento de que mostrar todo acaba quitando parte del encantamiento, porque creemos en serio que la experiencia debe ser propia, cada quien debe vivir Madrid sin que se lo anticipen, sin que le hagan todos los spoilers.
Lo que sí quería decir el Perro Paco es que, con la mirada bien dispuesta, y a pesar de que inevitablemente la experiencia será compartida con centenares de personas, entrar en la Naturaleza Encendida del Jardín Botánico es hacerlo en el territorio de la fantasía, donde habitan los cuentos mágicos, donde la imaginación se estira. Esto es lo que han conseguido sus creadores, de la productora LETSGO.
Me ha sorprendido saber que “Explorium”, como se llama este año la instalación, es un homenaje a la mítica expedición marítima de Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano, quienes en el siglo XVI se embarcaron en una aventura increíble: ser los primeros en dar la vuelta al mundo. Cualquier viajero militante habrá en algún momento alimentado su amor por lo desconocido con aquel viaje imposible. Entre 2019 y 2022 se cumplen 500 años de aquello y es este el motivo de esta edición de Naturaleza Encendida.
“Explorium” ha tenido a Felype de Lima, ganador de un premio Max, en la dirección de arte; a Víctor Tomé en la banda sonora y a Eduardo Valverde en el diseño de iluminación.
Puede visitarse de lunes a domingo a partir de las 18:00 h. y en principio hasta el 16 de enero. Sólo cerrará los días 24 y 31 de diciembre. La web de LETSGO de venta oficial indica que las entradas se han agotado, pero dejan entrever la posibilidad de que se amplíen fechas, pues invitan a dejar tu dirección de correo para informar de próximas fechas. Así que si tienes interés, no te duermas y si tienes que planificar las fechas de tu visita, cuenta con esto que te estoy contando.
En este 2021 se cumple la tercera edición de este espectáculo de arte urbano y lumínico, una iniciativa que ha sumado un atractivo más a la ciudad de Madrid en estas fechas navideñas. Una invitación más a vivir Madrid.
El Perro Paco estuvo allí.