Un viejo amigo sindicalista del Perro Paco, cuyo nombre ocultaremos de momento, le ha puesto en conocimiento de lo que viene sucediendo en el punto limpio de Rivas, localidad situada a más o menos 15 kilómetros de la capital por la carretera de Valencia.

Parece ser que un día sí y otro también, las trabajadoras del punto limpio situado en el polígono industrial de la ciudad reciben la visita de un grupo de individuos que entran en las instalaciones municipales de reciclaje para robar lo que pueden, con el objetivo de revenderlo luego en el mercado negro. A las trabajadoras de Rivamadrid, la empresa municipal de limpieza y jardinería del municipio, estos tipos les han advertido de que «no se entrometan» en sus asuntos. La situación se habría agravado porque algunas personas con problemas de drogas y en situación de grave exclusión social estarían entrando a dormir en las instalaciones, dejando restos de comida, ropa o jeringuillas, según se ha informado desde el sindicato CNT.

Los sindicatos CNT y CGT denuncian que «cuando unas trabajadoras acuden al trabajo con miedo, reciben insultos, coacciones y amenazas, estamos ante un serio problema de seguridad y salud laboral. Nadie tiene por qué pasar miedo en su centro de trabajo. Nadie debe enfermar con cuadros de ansiedad y estrés por su actividad laboral». Y tienen razón, bastante exigente es ir todos los días a currar como para estar amenazado, ser insultado y no contar con protección.

El pasado 29 de diciembre, y según le contó al Perro Paco su amigo el sindicalista, un grupo de trabajadores se concentraron frente al punto limpio para exigir al Ayuntamiento de Rivas y su empresa de limpieza que solucione estos problemas de seguridad e indefensión que están sufriendo en el punto limpio de la calle Fundición.

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