Kika, la Torre Picasso y Verónica Forqué

Se filmó en Madrid: la “Kika” de Pedro Almodóvar y Verónica Forqué

Cuando se cumple un mes de la muerte de la actriz madrileña Verónica Forqué, abrimos una nueva sección en el Perro Paco dedicada a aquellas películas que tienen un protagonista en común: la ciudad de Madrid. Es nuestro humilde homenaje a la inolvidable Verónica Forqué elegir “Kika” para empezar esta serie, por la que se llevó el Premio Goya a la mejor actriz protagonista en 1994. Y es que cuatro Goyas, que se dice pronto, llegó a conseguir la Forqué a lo largo de toda su carrera, ya como actriz protagonista, ya como actriz de reparto.

“Kika” es el décimo largometraje que dirigió el cineasta Pedro Almodóvar, en 1993, su segunda película en la década de los 90 después de “Tacones lejanos” (1991) y antes de “La flor de mi secreto” (1995).

Kika, a quien da vida Forqué, es una maquilladora alegre y optimista que intenta tomarse la vida relajadamente y que aparece por primera vez en escena haciendo una vehemente y recordada defensa de las pestañas. Alrededor de ella, aparece un trío de personajes mucho más oscuros y complicados: el escritor Nicholas Pierce, interpretado por el actor estadounidense Peter Coyote; su hijo, Ramón (Álex Casanovas), que se dedica a la fotografía, y la presentadora de televisión Andrea Caracortada, el personaje preferido de este chucho en la película, a quien da vida Victoria Abril. El cineasta manchego firma con su impronta inconfundible esta película y nos cuenta una de esas historias tan de su gusto de relaciones enrevesadas entre personajes atormentados y un tanto estrafalarios.

El Madrid que “Kika” nos cuenta

Entrando ya en harina con el Madrid que “Kika” nos cuenta, nos encontramos a Ramón, que mantiene una relación sentimental con Kika, esperando en los andenes de la estación del AVE en Atocha para recibir a su padre, Nicholas, que previamente también ha tenido sus más y sus menos con la maquilladora. Padre e hijo se reunirán con Kika escaleras arriba, con vistas a la Plaza del Emperador Carlos V. Hay que recordar que la película se estrenó en 1993 y que la inauguración de la primera línea del AVE Madrid-Sevilla había tenido lugar apenas hacía año y medio. La estación del AVE era, en ese momento, un símbolo de modernidad.

Andrea Caracortada es la directora y presentadora de un programa televisivo entre el reality y la crónica de sucesos, donde los límites no existen y cualquier escabroso tema se lleva hasta el infinito y más allá. Asistimos al asesinato de una mujer a manos de su marido de un disparo ante las cámaras del programa en el cementerio de La Almudena, donde la mujer asesinada acaba de enterrar a su hija después de que se suicidara. Almodóvar quiso criticar a través del personaje de Caracortada ciertos formatos televisivos que ya existían entonces. 30 años después, esta mirada ácida se mantiene de plena vigencia.

El escritor y seductor Nicholas Pierce se cita precisamente con Andrea Caracortada, con cuyo programa colabora, para que ella pueda devolverle los manuscritos de su novela, después de que se los llevara por error. La cita tendrá lugar en la cafetería del Círculo de Bellas Artes, en plena calle Alcalá, una cita a la que nos uniremos poco a poco, con tiempo para recrearnos en la belleza del lugar, al que accederemos por sus ventanas.

Tres símbolos de la ciudad –la estación de Atocha, el cementerio de la Almudena, el Círculo de Bellas Artes-, tres enclaves archiconocidos, que elige Almodóvar para dejar claro que, junto al elenco ya señalado y una larga lista de secundarios de lujo (Rossy de Palma, Karra Elejalde, Jesús Bonilla, Bibiana Fernández, Charo López, Anabel Alonso…), hay un personaje con nombre de ciudad y no es otro que Madrid.

Pero si hay un escenario característico de “Kika”, con permiso de Villa Youkali, ese sería la casa en la que conviven Ramón y Kika, con una terraza con vistas en las que sobresale de forma abrumadora la silueta de la Torre Picasso. En aquel ya lejano 1993, la Torre Picasso era el rascacielos más alto de Madrid, con 43 plantas y 157 metros de altura. Su construcción, en el complejo de AZCA, en la zona financiera por excelencia de Madrid, había terminado hacía muy poco, en el año 1988, bajo el diseño y la proyección del arquitecto estadounidense de origen japonés Minoru Yamasaki, autor también del diseño del World Trade Center de Nueva York.

Cartel de “Kika”, de Pedro Almodóvar (1993)

La icónica silueta del rascacielos del momento: la Torre Picasso

Según se afirma en el blog Todo Almodóvar, toda una enciclopedia almodovariana, el edificio que alberga el piso de Kika y Álex se corresponde con el número 3 de la calle Duque de Sevilla, muy cerca de Príncipe de Vergara. Pero las vistas que ofrecería este edificio cubierto de cristales de espejo no se corresponderían con las que observamos desde la terraza de Kika o Nicholas (instalado en el piso de arriba), sino, según afirma este sitio web, con las vistas de algún edificio del distrito de Tetuán. Almodóvar utiliza como fondo un decorado de Madrid utilizando forillos de edificios, como es el caso de la icónica Torre Picasso. Los forillos se podrían explicar como los fondos pintados o fotográficos que aparecen detrás de la escena, recreando algún tipo de paisaje. Pero más allá de estas curiosidades, la cuestión es que ese decorado madrileño, esas vistas sobre la Torre Picasso, constituye la imagen más icónica del Madrid de “Kika”.

Junto a todos estos elementos fundamentales que hacen de “Kika” una película claramente madrileña, aparecen otros detalles tal vez secundarios, pero curiosos, como los coches con la M de Madrid (¡qué pronto quedaron en el pasado al ritmo del no pares sigue, sigue, de las ventas de coches!) o las alusiones a La Celsa, poblado chabolista del Madrid de los 90 que se levantaba en la carretera entre Vallecas y Villaverde, y en donde, en la película, Juana (Rossy de Palma), la empleada de hogar que trabaja en casa de Kika y que es también de lo mejor y más divertido de la película, tiene algún pariente.

Ya como despedida, este chucho con gusto por el cine querría decir que “Kika” de Pedro Almodóvar te gustará si te divierten y te interesan las tramas del director manchego, su juego de relaciones complicadas entre los personajes que pueblan su mundo. A este perro sus historias le suelen entretener desapasionadamente y a veces de forma contradictoria, a ratos, admirando eso sí un estilo propio, tan personal y bien construido. Le interesan en esta “Kika” las críticas que advierte a las fuerzas del orden, a la violencia de género y también al mundo de la televisión. Le resulta francamente desagradable la larguísima y patética escena de la violación, como en su día, cuando probablemente era mucho más meritorio, hizo patente, por ejemplo, Antonio Muñoz Molina en esta columna en El País tan interesante sobre todo como reflejo de la sociedad de la época. Agradece el Perro Paco el paseo por tantas caras conocidas, familiares, queridas, del cine español de los últimos 30 o 40 años, a quienes Almodóvar maneja como nadie. Agradece este viaje de vuelta a los 90, a un Madrid de colores vivos e intensos y a ese aire de modernidad que el cineasta siempre ha sabido enchufar a la ciudad de Madrid.

¿Y a ti? ¿Qué te parece “Kika”? ¿Qué te parece el Madrid que “Kika” nos cuenta?

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