Los pasos del Perro Paco le llevaron hace pocos días por el barrio del Pico del Pañuelo, en el distrito de Arganzuela, muy cerca del Matadero de Madrid. Se reconoce muy fácilmente, al constituir un compacto conjunto de edificios de color amarillo pálido que capturan al instante la atención del paseante.
Su nombre alude a la forma triangular de la barriada, que asemejaría el pico de un pañuelo doblado. Este triángulo estaría formado por el Paseo de la Chopera, el Paseo de las Delicias y la calle Guillermo de Osma. Para comenzar el paseo, es una opción situarse en la Plaza de Legazpi, donde se sitúa uno de sus vértices.
Este barrio fue diseñado y construido entre 1927 y 1930, estando a cargo el arquitecto Fernando de Escondrillas, con la idea de dar alojamiento a las familias obreras que trabajaban en la zona y, particularmente, en el Matadero. Son un conjunto de 74 edificios y más de 1.500 viviendas, dispuestas en cuatro pisos y un ático por edificio, con apartamentos humildes de escasos 50 metros cuadrados.
Las viviendas del barrio del Pañuelo tienen la particularidad de que parece ser que fueron las primeras en construirse en España con vigas de hormigón armado. La obra fue ejecutada por la Sociedad Constructora y Beneficiaria de Casas Baratas y, huelga decirlo, aunque se diga poco, por sus trabajadores. Una barriada obrera que ha perdurado hasta nuestros días y por la que el Perro Paco te invita a pasear y perderte durante un rato.
En una soleada mañana de febrero, el Perro Paco se encontró con una puerta entreabierta, que se asomaba a los patios ajardinados en los que el cielo es de las sábanas que se secan al sol, y allá que se metió. Volveremos.