Esta tarde de jueves, el Perro Paco ha acompañado a los niños y niñas de la escuela infantil La Jara del barrio de Usera en su revuelta carnavalera. La principal reivindicación ha sido que se paralice el recientemente ordenado cierre del segundo ciclo de educación infantil en las únicas nueve escuelas públicas que lo mantienen en la ciudad de Madrid. Una de estas escuelas resistentes es La Jara.
El cortejo de carnaval, formado por una ecléctica tribu compuesta por las familias, con los pequeños a la cabeza; maestras de la escuela; vecinos y curiosos; con el acompañamiento de la Zumbalé Batucada dandole ritmo y ruido a la fiesta-protesta, y del barrio en las aceras y ventanas, ha recorrido principalmente la calle Dolores Barranco hasta llegar a la Junta Municipal de Usera.
Entre gritos de “No cerréis, la escuela 0-6” y “Ole, ole, ole, me gusta mi cole”, todos los presentes, disfrazados de seres del bosque, habitantes de la prehistoria, superhéroes por la educación pública y hasta de tetas, en referencia a la famosa canción de Rigoberta Bandini, han querido llevar al barrio el grave problema que se les ha planteado a mitad de curso y que supondrá, de llevarse a cabo, una pérdida para todos, con el adiós a un modelo educativo de calidad y orientado al bienestar de la infancia, como son estas escuelas que integran los dos ciclos de educación infantil en instalaciones específicas pensadas para etapa tan importante de la vida como es el camino de los 0 a los 6 años. Y lo han hecho con alegría y buen humor, preciados y contagiosos bienes en estos tiempos que cada muy poco se revelan como más inciertos, oscuros y tristes. Por suerte, frente a la incertidumbre, la mezquindad y la desolación, están ellas, están ellos, con sus pequeños pero ilimitados corazones, llenos de mundos nuevos que crecen a cada instante.