En el primer sábado de abril, las trabajadoras del punto limpio de Rivas en la calle Fundición se concentraron por novena vez, ojo con esto, frente a su centro de trabajo, para reclamar una solución definitiva al conflicto que mantienen desde hace meses con la empresa municipal de servicios Rivamadrid y, por extensión, con el Ayuntamiento ripense, responsable directo de su gestión, por la falta de seguridad y de protección que sufren sus trabajadoras.
El Perro Paco se ha hecho eco en varias ocasiones de este conflicto, explicando los pormenores de la situación de miedo y abandono que sufren los trabajadores. Puedes ponerte en contexto, por ejemplo, aquí.
En este último piquete, las secciones sindicales de CNT y CGT, presentes en la empresa municipal de Rivas, difundieron una hoja informativa en la que informan a la ciudadanía de este conflicto que el Ayuntamiento encabezado por Pedro del Cura (IU-Equo-Más Madrid) se niega a solucionar. En este comunicado, que dice algún pajarito que el alcalde no quiere que compartas, los sindicatos recuerdan que “la Inspección de Trabajo ha solicitado a Rivamadrid que resuelva el problema, pero la empresa pública no lo ha solucionado”.
Precisamente fue gracias a la denuncia sindical a la Inspección de Trabajo que Rivamadrid se vio obligada a tomar algunas medidas: levantar vallas en determinadas zonas del recinto y poner un guardia de seguridad tres horas al día, según difunde el comunicado sindical. “Pero las medidas son insuficientes y el problema no se ha resuelto“, afirman los trabajadores organizados.
“Es evidente que cuando unas trabajadoras acuden al trabajo con miedo, reciben insultos, coacciones y amenazas, estamos ante un serio problema de seguridad y salud laboral. Nadie tiene por qué pasar miedo en su centro de trabajo. Nadie debe enfermar por su actividad laboral”, argumenta el comunicado.
El Ayuntamiento de Rivas tiene que aportar una solución
Todo este conflicto responde a una situación que se ha enquistado por la falta de diligencia del Ayuntamiento para darle una solución que parece, a juicio del Perro Paco, bastante sencilla.
El problema viene por un grupo de individuos que entran constantemente en las instalaciones de reciclaje para hurtar materiales que poder después revender. La plantilla de trabajadores sufre esta situación, lo que les ha llevado a recibir insultos, graves amenazas y a sentir miedo por los habituales incidentes con estas personas. El estrés y la ansiedad que provoca todo esto hace imposible desarrollar el trabajo del día a día en las mínimas condiciones exigibles de tranquilidad y seguridad para las trabajadoras.
Los trabajadores de Rivamadrid exigen al alcalde de la coalición izquierdista, Pedro del Cura, como presidente de la empresa municipal, que solucione de una vez por todas esta situación: “Rivamadrid y el Ayuntamiento de Rivas tendrán que tomar cartas en el asunto y buscar las soluciones adecuadas y definitivas, a través de los profesionales oportunos: guarda de seguridad durante toda la jornada laboral e implicación de los servicios sociales municipales para abordar los problemas derivados de la exclusión social y drogodependencias”.
Conversaciones del Perro Paco con Brother
El Perro Paco ha podido hablar con el pequeño perro piquetero Brother, a quien ya conocimos aquí, que le ha transmitido que, por la inmovilidad del Ayuntamiento, que se escuda en un indefinido y continuo ‘lo estamos estudiando’, que es como no decir nada, pareciera que ésta, una lucha justa y de solución sencilla, se ha convertido en una lucha de desgaste, en la que el Ayuntamiento de Rivas juega a que los trabajadores se agoten y se rindan por la falta de resultados a su presión. En este absurdo, de fondo, aparece otra posibilidad, que no es otra que la cerrazón del Ayuntamiento y la empresa se deba a su resistencia a ‘ceder’ ante unos trabajadores organizados con el apoyo de sindicatos independientes del poder local, como son CNT y CGT. Esto implicaría una muy pobre y lamentable concepción de la política, en opinión de quien les escribe.
El Perro Paco, ante esta deriva de un gobierno local respaldado por hasta tres fuerzas políticas de izquierda, como son IU, Equo o Más Madrid, se vuelve a preguntar: ¿para qué le sirve a una organización política de izquierdas llegar a gobernar si no es capaz de garantizar ni siquiera la seguridad de los trabajadores que dependen directamente de las entidades que gestionan?”.
Mientras tanto, las trabajadoras organizadas lo tienen claro:
“No dejaremos de apoyar a nuestras compañeras y compañeros hasta que puedan desarrollar su trabajo con seguridad, tranquilidad y salud laboral”.
Pueden seguir contando con las páginas del Perro Paco.