Hoy debuta como colaborador Óscar Rodríguez Juárez, buen amigo del Perro Paco, compañero de múltiples aventuras y que firma con el acrónimo ORJ. Nos regala estas líneas como crónica personal de su visita en una mañana de primavera al municipio madrileño de Rivas-Vaciamadrid. Enseguida conocerán sus motivos.
El pasado día 24 de abril mis pasos quisieron llevarme hasta Rivas-Vaciamadrid, municipio madrileño con marcada tradición obrera que tuvo a bien inaugurar una plaza en homenaje a Carlos Slepoy Prada ‘Carli’ y su inquebrantable compromiso con la defensa de los derechos humanos, la justicia universal y las víctimas de las dictaduras (tal como rezaba la convocatoria oficial).
La convocatoria abierta reunió a un buen número de compañeras, amigos, vecinas, hijos, hijas y nietos para honrar a la persona que sostuvo y sostiene la ilusión de luchar por aquello en lo que uno cree de manera incansable y sin desfallecer hasta la victoria.
Porque victoria no son solo las sentencias y leyes que legitiman la acción directa de Carli en el ámbito internacional, sino también el incuestionable legado universal que ha contribuido a construir y a arraigar con los firmes cimientos de la Justicia Social.
Se trata de un lugar sosegado y tranquilo. Un parque chiquito y soleado que sirve como remanso de paz que invita al paseo y que llevará para siempre el nombre de la persona que ha inspirado a amigos y enemigos una manera de enfrentar la vida con valor.
Por suerte, en esta plaza quedan bien representados por Carli los conceptos de Perseverancia, Esfuerzo compartido y Memoria colectiva que otros quisieran enterrar para siempre en vano en un inútil intento de quienes no conocen la dignidad ni la solidaridad con el otro.
La unión entre los pueblos lleva el nombre de esta plaza.
Los lazos de Hermandad y Justicia Universal permanecen vivos en el nombre de esta plaza.
Las palabras de cariño y experiencias de los vecinos reunidos atestiguaron un aliento de esperanza hacia cualquier lucha obrera sin rendición.
¡Y qué bonitas se ven las palmeras mecidas por el viento mientras suenan a ritmo de trompeta las notas musicales que completan tan merecido acto!
Carlos Slepoy:
Gracias por tu labor,
Gracias por tu pasión.
Los olvidados se han alzado y siguen en pie,
Los ajusticiados en Argentina, España y tantos lugares ¡¡presentes!!
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Óscar Rodríguez Juárez (ORJ)