Vamos, Paco.

Venga, oblígate un poco, escribe unas líneas aunque tengas ganas de tirarte en el felpudo, o de acurrucarte entre unas ramas, o yo que sé, de buscar cobijo en casa ajena, que empieza a refrescar, a estas horas o estos días, o de volver a aquella estación del tranvía de la que no queda rastro.

Pero oblígate un poco, leñe, que me han dicho que apenas quedan cronistas de conciertos, que no tienen ganas de pagarles, que piensan que no los leen, y que por dos duros nadie se queda sin dormir o sin garito y hacen bien.

Que no hay tantos perros que tuvieran entradas para el concierto de los hermanos Muñoz desde enero de 2020, que no las hubieran vendido, ni regalado, ni se hubieran muerto ni nada por el estilo, aunque a juzgar por cómo estaba el WiZink, perros o humanos, está claro que no eras el único.

Lo mejor de los Estopa es que es un poco como ir a ver a tus primos actuar, que son como de tu familia. Porque podrían ser de tu familia. Una compañera de trabajo, Montse, me dijo una vez hace unos cuantos años que era prima de los Estopa, y que cada verano, o verano sí, verano no, seguía viéndoles en el pueblo, en los bancos de la plaza, de noche, un pueblo de Extremadura, de Badajoz, echándose unas risas e imagino que unas latas o unos litros con sus amigos. Yo siempre me he imaginado la escena y me ha parecido verdad. Me la creo.

A mí que vengan todas las giras que vengan y que saquen mil discos. Si alguien se viene, soy fijo para ver a Estopa. No hay mejor plan que acudir en buena compañía a cantarse y a bailarse todas las canciones que quieran cantar. A donde sea. Pero hay que saberse también las nuevas, oye, por lo menos algunas, que las hay muy buenas, para disimular un poco que seamos tan puretas, para no quedarnos estancados, para mantenernos en la brecha. Al turrón, dijo un amigo, que vayan al turrón. Bueno. Que vayan a lo que quieran. Siempre vamos a estar ahí.

Se han cantado todas esta noche. Y se han dejado sin cantar unas cuantas. Quedarán para otra vez, o para nunca, o para cuando sea. Para ahora mismo, si encuentro quien me las ponga.

El WiZink estaba a tope hoy. Las entradas de este perro estaban fechadas en enero de 2020. Y después ya saben qué llegó. Y se empezó a posponer la fecha, y hasta ahora. Que da yuyu saber que seguro hubo quien no llegó, pero mejor no pensar en eso, sino que en este año nos han regalado el temazo con Fito, la camiseta de rock and roll, que casi suena más al de Bilbao que a los de Cornellá, pero que hay que aprenderse para la próxima, aunque algunos versos ya nos sabíamos. Porque en Estopa nos encontramos, sin ínfulas ni tonterías, en sus letras canallas, enamoradas de la vida, sencillas, simples si quieres, me da igual, me gustan y me las canto todas o me las ladro todas porque hablan en mi idioma, que es el de mis amigos.

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Se han cantado todas y se han dejado algunas que salimos cantando en grupitos. Porque mira que no es fácil eso, tener cuántas, 10, 15, 20 canciones que se sabe todo el personal, rumbas de barrio, descaradas, con las que bailar es una declaración de intenciones para quien propone y para quien acepta, ya te avisé de que era un poco pieza y sólo estaba buscando una excusa.

Mira Paco, no deberías escribir tonterías porque estás medio medio y deberías estar con tu cuadrilla en cualquier garito. Pero no. Deberías dejarles opinar a los que saben de música, a los que les descubrieron cuando ya todos los conocíamos buscando verdad pero que nunca tuvieron los ojitos rojos con cachondeo y malicia en un bar random de música mala en el que te venías arriba cuando ponían la de Estopa.

Vamos Jose, que has salido con una camiseta de Lola Flores que decía ‘Irse’. Vamos David y los Sex Pistols de tu camiseta diciendo God save the queen. Molan los Estopa porque a ti te gustan sus rumbas y sabes que a ellos les gustan Extremo y La Polla, jugar a la consola, echar cervezas con los amigos y alguna cosa más, aunque no sabes si hoy en día lo podrán hacer o estarán liados con deberes, pañales o extraescolares, como tantos de tu generación. Aquí estamos, después de todo.

Han actuado este viernes 30 de septiembre en el WiZink y lo han vuelto a petar. Todo el mundo coreaba sus canciones, en la pista y en las gradas, aunque dicen que por allí arriba se oía regular, que había que cantar de memoria, pero todo bien en la pista, que es donde le gusta estar a este perro, y es así, porque se lo han ganado, porque te llevan una jartá de años dando alegría, invitando a la peña, invitando a cañas, partiendo la pana. Han empezado con ‘Tu calorro’ y han acabado ‘Como Camarón’ y entre medias todas, y han faltado unas cuantas.

¡Vivan los hermanos Muñoz! ¡Vivan los Estopa, su madre y su abuela!

Vamos Paco, a dormir, anda tira pa la casa.

Has hecho bien en salir.