La M.O.D.A. en Madrid, a pleno pulmón

La M.O.D.A. y su cancionero burgalés, a pleno pulmón en Madrid

Recién llega este perro emocionado como sólo puede un perro vagabundo, entusiasta y algo bebedor, a las teclas de esta máquina tan ajena a la música y a la vida, por mucho que spotify trate de recrear lo vivido. Recién llega el Perro Paco del concierto de La Maravillosa Orquesta del Alcohol en Madrid, por todos conocidos como La M.O.D.A., en el Palacio de los Deportes, ese que últimamente venimos a llamar Wizink en nuestra enésima derrota. Siempre he sido más de perdedores y perdidos. No vencidos. Recién llega el Perro Paco de su emocionado reencuentro con los chicos de Burgos, y su enorme público madrileño, después de no sé cuánto tiempo y una pandemia de cuyo nombre ya saben.

Ya cuando la última vez dijo este perro presuntuoso que eran el grupo más en forma de la escena rock ibérica. Hoy se entregaron durante más de dos horas, por lo que escuché decir a una fan exultante, pues el Perro Paco ni llevaba reloj ni por tanto lo consulta, a un público madrileño que volvió a llenar pista y gradas de su más insigne escenario de este tiempo. Pero es que hay que decir que han llenado el Palacio presentando un disco de ocho canciones tradicionales de su tierra, pues su último álbum, el «Nuevo cancionero burgalés», es una selección de temas escogidos y llevados a su terreno de los cancioneros populares recogidos en 1903 por Federico Olmeda y en 1932 por Antonio José.

Como quieres que te quiera, si todo el mundo lo sabe, desde el día en que nací, tengo la sentencia dada, desde el día en que nací. Con sus canciones tradicionales, versionadas en clave folk rock, han llenado el Palacio y aún es más, han conseguido que entre canción y canción se corease con pasión el nombre de su provincia castellana, algo que es difícil que pueda conseguir alguien más a día de hoy y que dice mucho tanto del carisma del grupo como del entusiasmo del público madrileño, siempre tan generosamente apátrida y dispuesto a querer y abrazar a quien llega al Foro. Lleva la molinera, buenos collares, con la harina que roba de los costales. Por su parte, ya lo dijo el cantante, David, emocionado, acabando el concierto, que son tímidos y no mucho de hablar entre canción y canción, pero que estaban felices del reencuentro con Madrid. Y en ese reencuentro, las canciones del último disco y los grandes temas de los seis discos de la banda, que ya son unos cuantos. Mañana voy a Burgos, ven tú si quieres, y los dos vemos los chapiteles. La presencia de un coro tradicional y un grupo folklórico de baile y algunos invitados, como Gorka Urbizu, de Berri Txarrak, con quien, como no podía ser de otra manera, se marcaron la de dile al capitán que renuncio a ser su guía a dos voces en castellano y euskera.

Si hay alguien por ahí que necesite que se los presente, podría decir sobriamente que La M.O.D.A. son un grupo de siete amigos de Burgos que llevan más de una década haciendo música juntos, cantando desde sus campos castellanos canciones sobre la vida, con la carismática voz de su cantante y una buena colección de instrumentos que suman a los básicos de una banda de rock. Estamos hablando de acordeón, saxo, banjo, clarinete o mandolina. Estéticamente, hacen acto de presencia siempre portando sus camisetas blancas de tirantes, como si de un sencillo uniforme de trabajo se tratara.

El último disco, el «Nuevo cancionero burgalés», cuya gira de presentación terminaba esta noche en Madrid, es un homenaje, como ellos mismos recordaron hoy, a las canciones que cantaban hace más de cien años sus abuelas y sus bisabuelas. Una memoria cultural que nos habla del campo, del pueblo, de la guerra, del amor, de la vida. Que nos habla de cosas que no cambian de un año a otro, ni de una década a otra, ni quizás de un siglo a otro. Ni probablemente de un lugar a otro, por muchos kilómetros que los separen. Mes de mayo, primavera, cuando los pobres soldados se marchan para la guerra. Unos lloran y otros cantan. Y otros se llenan de pena (…)

Es justo decir aquí que al Perro Paco le alertó de la existencia de La M.O.D.A. su buen amigo Edu, madrileño de los alrededores de Aranda de Duero, hijo de la emigración como casi todos son hijos o nietos en esta ciudad con tantas raíces como árboles. Durante un tiempo que no fue breve, Edu persiguió a sus amigos más cercanos para que escucharan a un grupo de su tierra que seguro nos iba a gustar. Tardamos demasiado en hacerle caso, ya sabes cómo es esto. Nos perdimos los conciertos de los cuatro gatos, pero por suerte estuvimos ya en La Riviera y ahora en el Palacio. Nunca es tarde si la dicha es buena. Hasta pronto.

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El Perro Paco

Con fotografías de Julio Andrade y Clara Columba

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Concierto de La M.O.D.A en Madrid del 26 de noviembre de 2022 / Clara Columba
Pantalla lateral en el concierto de La M.O.D.A. / Clara Columba

La bola extra del Perro Paco

Os dejamos con «Miraflores», del «Nuevo cancionero burgalés» de La M.O.D.A.

Y por aquí, por si gustan, les dejamos un cuentito: «El molinero».

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