En la mañana del 27 de noviembre alrededor de un centenar de personas se manifestaron en Rivas-Vaciamadrid contra la incineración de residuos de Valdemingómez. La protesta vecinal era la 3ª Marcha San Cinerato, organizada por la Alianza Incineradora de Valdemingómez No. La Alianza es una plataforma en la que confluyen multitud de colectivos sociales, sanitarios, asociaciones vecinales, grupos ecologistas, asociaciones de madres y padres de alumnos (AMPAs) y sindicatos. La marcha transcurrió en un tono festivo y un ambiente familiar, amenizada por una charanga, por la Avenida de los Almendros y el Parque Lineal del municipio ripense.
El problema ecológico y sanitario de la incineración de residuos en Valdemingómez viene de lejos y las protestas vecinales también. Tras numerosos años de lucha social, la Alianza consiguió en 2019 arrancar el compromiso al Ayuntamiento de Madrid, entonces gobernado por Ahora Madrid, de cerrar la incineradora como tarde en 2025. El problema, nunca resuelto a pesar de las promesas políticas, se ha avivado de nuevo cuando el actual Ayuntamiento de la capital, ahora con PP y Ciudadanos al mando del consistorio, ha declarado su intención de proseguir con la incineración de residuos más allá de 2035.
Durante el 2021, la Alianza presentó sendas denuncias ante la Fiscalía de Medio Ambiente de Madrid y ante el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA), “basadas en el conocimiento de graves irregularidades en el control de las emisiones de la incineradora, gestionada entonces por Urbaser”, una de las grandes empresas de gestión de residuos de España. La actual gestora de Valdemingómez es CESPA, otra de las grandes empresas del sector.
Hablamos con los protagonistas
En el transcurso de la marcha tuvimos la oportunidad de hablar con uno de los dinamizadores de la protesta vecinal, Ladislao Olmedo, del AMPA del Instituto Las Lagunas de Rivas-Vaciamadrid. He aquí la pequeña entrevista que le hicimos.
¿Por qué exigís el cierre de la incineradora de Valdemingómez?
Porque creemos que la incineración no es la solución al tratamiento de los residuos sólidos urbanos por varios motivos. La quema de basuras no hace que éstas desaparezcan, un 30% se transforma en cenizas tóxicas que se tienen que llevar a vertederos de seguridad. Otra parte acaba en la atmósfera contaminando el aire que respiramos, el suelo y las aguas.
¿Crees que las administraciones públicas, Ayuntamiento de Madrid y Comunidad de Madrid, principalmente, están cuidando la salud de los ciudadanos y ciudadanas?
En este caso está claro que no, en lo que respecta al Residuo Cero no se avanza lo suficiente y no se pone fin a la incineración. Existen informes técnicos y científicos que hablan de los efectos adversos de este tipo de instalaciones sobre la salud y el bienestar de las personas que viven cerca o que trabajan en esta planta por la emisión de sustancias nocivas para la salud. A pesar de ello y aun habiendo un compromiso del anterior gobierno municipal del Ayuntamiento de Madrid de cerrar la planta en 2025, la actual corporación municipal pretende alargar su cierre hasta 2035.
¿Crees que hay alternativas a la incineración de residuos?
Creemos que la alternativa a la incineración está en el reciclaje y fomentar la reutilización de materiales y el compostaje de residuos orgánicos. Todo esto reduciría el volumen de residuos y cuando sea imprescindible la quema, que se realicen controles exhaustivos exigiendo licencias, registros y por personal cualificado.
Hay intentos de revertir las políticas que se pusieron en marcha con el anterior gobierno municipal para revertir el cambio climático. Recientemente, las declaraciones de la presidenta de la Comunidad de Madrid negando el cambio climático son reveladoras de la intención de cuidar la salud de madrileños y madrileñas.
Muchas gracias por compartir tus reflexiones con nuestros lectores, Ladislao. Añade lo que quieras para cerrar la entrevista para El Perro Paco.
Necesitamos que la ciudadanía tome conciencia de la importancia de luchar contra el cambio climático en general y por el cierre de la incineradora de Valdemingómez que nos afecta directamente. Destacar que ésta no es una lucha partidista ni ideológica, puesto que este aire contaminado y perjudicial para la salud lo respiran igual personas de derechas, izquierdas, extremos y extremo centro.
Estudios científicos sobre la incineración de residuos
En los últimos años se han publicado diversos estudios científicos que analizan las repercusiones negativas, para el medio ambiente y para la salud animal y por tanto también humana, de la incineración de residuos. En uno de ellos, elaborado por profesionales de la Universidad de Exeter (Reino Unido), publicado por Greenpeace, podemos leer:
Los contaminantes procedentes de una planta incineradora se dispersan en el aire, por lo que la población cercana a la planta se expone directamente por inhalación, o indirectamente al consumir comida o agua contaminada por las sustancias que se depositan en el suelo, la vegetación y el agua. Los efectos potenciales de metales y otros contaminantes persistentes en el medio ambiente, se extienden más allá del área donde se sitúa la incineradora.
Los contaminantes persistentes pueden transportarse a grandes distancias de la fuente de emisión, y sufrir transformaciones físicas y químicas, pasando numerosas veces al suelo, al agua o a los alimentos.
Consejo Nacional de Investigación (National Research Council), 2000.
En 2019, el Grupo de Estudios Incineración y Salud (GEIS), compuesto por profesionales de la sanidad pública, enmendaron la plana al Ayuntamiento de Madrid de Manuela Carmena tras publicar éste un estudio bastante tibio y con poco rigor científico sobre las repercusiones de la incineración de residuos en Valdemingómez.
El caso es que, como en su día denunció la Coordinadora Anti-Privatización de la Sanidad (CAS Madrid), los estudios más serios al respecto demuestran una relación directa entre la actividad de incineradoras de residuos y el aumento de cánceres y otro tipo de enfermedades vinculadas con el aparato respiratorio: “aumento de tumores malignos de todos los cánceres combinados, estómago, colorrectal, hepático y pulmonar, sarcomas de tejidos blandos y linfomas, cáncer y leucemias infantiles, cáncer de mama, así como malformaciones congénitas (labio leporino y paladar hendido), espina bífida, y alteraciones hormonales en niños (sexuales y tiroideas), en aquellas poblaciones que viven cerca de incineradoras.”
A tenor de estos y otros estudios similares, parece evidente, al menos para nosotros, que la incineración de residuos no es un planteamiento válido para gestionar nuestras “basuras” si queremos velar por el cuidado del medio ambiente y nuestra salud. Por tanto, habrá que potenciar alternativas que pasen por la economía circular, las políticas de residuos cero y una potenciación de la cultura del Reducir–Reutilizar–Reciclar. Un giro de 180 grados para una sociedad de consumo cada vez más acorralada por su propio desarrollismo sin medida ni control.
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Alejandro Prieto
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Un gran problema no sólo para Rivas, efectivamente los residuos llegan más lejos por razones climáticas y esto a lo largo de los años es preocupante.
Como siempre, muy agudos tus comentarios, Fernando. Gracias por compartir con nosotros.