Hoy vuelve al Perro Paco, con humana intermediación, a compartir con los lectores de esta revista dedicada a nuestra querida Madrid otro de sus rincones favoritos de la ciudad: los Cines Ideal.
El Cine Yelmo Ideal, que es su nombre oficial, aunque prefiere nuestro amigo referirse a ellos simplemente como los Ideal, se encuentra ubicado en el centro de la ciudad, en la calle Doctor Cortezo, número 6, entre las plazas de Jacinto Benavente y Tirso de Molina.
Estamos hablando de una de las salas de cine más antiguas de Madrid, con más de 100 años de historia y de vida cinematográfica. El Cine Ideal fue inaugurado el 10 de mayo de 1916. Fue construido en terrenos que pertenecían al Ministerio de Fomento y que, antes de la desamortización de Mendizábal, eran propiedad del clero, pertenecían particularmente al convento de los Trinitarios Calzados.
Su arquitecto fue José Espelíus Anduaga, natural de San Sebastián y que es también el responsable del diseño de la Plaza de las Ventas y los teatros Muñoz Seca y Reina Victoria, entre algunos de sus trabajos en Madrid. Espelíus proyectó el edificio en estilo modernista, abundante en decoración, pero sobre una base de apariencia industrial. La sala estaba concebida para albergar a 3.000 espectadores. Como curiosidad, el cercano y también emblemático Teatro Calderón fue inaugurado sólo un año más tarde que el Cine Ideal.

Su fachada original se perdió, probablemente durante la guerra civil, pero las últimas obras de renovación y restauración de los cines se han preocupado por recuperar al menos algunos elementos similares a los del diseño original. Su estilo modernista, de indudable encanto al menos para el Perro Paco, el color amarillo pastel de su fachada resaltando apagadamente en la calle, o sus letras de neón de color azul presidiendo en lo alto, convierten a los Ideal en uno de esos rincones con encanto de la ciudad que tienen, además, la virtud de estar vivos, de asistir y participar cada día de la vida madrileña.
No pasarán desapercibidas para el paseante las vidrieras de su fachada, que son obra de la factoría Maumejean -que sigue en funcionamiento en Alcalá de Henares-, y que fueron restauradas en 2002. En el centro se representa a una mujer de aire misterioso que apoya su cara en lo que podría ser un proyector de cine. A sus lados, guirnaldas, pavos reales y otros motivos decorativos dan al conjunto un aire fantasioso. Cuando cae la noche, con la iluminación nocturna, las vidrieras de los Ideal cobran todo su esplendor.
Cuentan las crónicas que en los años 30, concretamente en 1932, se adaptaron sus instalaciones para también ser escenario de representaciones de teatro y zarzuela. También dicen que en las últimas décadas del siglo pasado entró en un período de decadencia. Que en los años 80, al menos durante algún tiempo, se llamó Cinestudio Ideal, de característica sesión triple e incluso marathon hasta altas horas, con nueve películas por el precio de tres, como nos cuenta Guzmán Urrero repasando sus recuerdos en la revista Cualia en una crónica con la que dan ganas de viajar en el tiempo. Fue en esa época cuando se especializó en cine fantástico y de terror, hasta el punto de ser conocido como «El Palacio del Terror». Era pura decadencia, era una maravillosa ruina. Ojalá haber estado ahí.
El caso es que en 1990, el grupo Yelmo compró el cine y lo convirtió en un multicines de ocho salas que posteriormente se ampliaron a nueve. Desde entonces se ha convertido en una de las referencias de los amantes del cine en Madrid, otra vida, otra época, al tratarse de una de las pocas salas que ofrecen todo en versión original, pero con una programación en la que se mezclan los títulos más comerciales con también películas de menor presupuesto o proyección comercial.
En 2015, el grupo Cinépolis, gigante de la exhibición cinematográfica, el cuarto más grande a nivel internacional, con sede central en Morelia (Michoacán, México), compró la cadena española Yelmo Cines. Desde entonces, por tanto, los Cines Ideal -Cine Yelmo Ideal- forman parte de esta poderosa compañía mexicana. Los tiempos modernos.
A partir del mes de abril de 2017 y durante unos cuantos meses, el cine cerró para acometer su última gran reforma, con la que anunció una ambiciosa modernización tecnológica de todas sus instalaciones. Finalmente, junto a toda la renovación técnica, sí se produjo una intervención en la fachada del edificio, recuperando y dando valor a algunos elementos del diseño original que se habían perdido con el paso del tiempo. Es el caso del remate del edificio, «formado por un elemento central con balaustradas a ambos lados y pináculos en los extremos», que ha sido devuelto a su lugar, como se cuenta en este artículo la revista AD de arquitectura y diseño.
Como humilde espectador y paseante, el Perro Paco sólo echa de menos que en la parte inferior de la fachada principal, sobre las puertas de acceso, se hubieran mantenido los carteles de las películas en proyección, que han sido trasladados al interior de la sala. Probablemente esta decisión es más respetuosa con la armonía y la estética arquitectónica, pero este chucho no es tan purista y, como apasionado de lo vivo, amaba el momento de sumarse al remolino de indecisos disfrutando de ese maravilloso instante de escudriñar las posibilidades de películas y horarios de cada sala.
Sea como sea, si te gusta el buen cine y vives en Madrid lo conocerás de sobra, pues más de 100 años de cine se guardan como un tesoro en el interior de sus paredes. Pero si estás de visita y eres de los que te gusta vivir durante tu estancia como lo hacen los habitantes del lugar al que viajas o paseas, no descartes una tarde o una noche de cine en los Ideal. Palabra del Perro Paco.
