Rosas y espinas
Llevo un buen rato buscando flores que libar. En invierno nos cuesta más encontrar flores en los jardines. Las plantas se adormecen con los fríos para ahorrar energía.
Menos mal que en este jardín he encontrado estas flores de romero (Salvia rosmarinus). Este arbusto lo encontramos en todo el mundo mediterráneo y es muy sufrido. Se adapta muy bien a suelos pobres y arenosos, que drenen bien, pues si las raíces se encharcan se pudren, secan y mueren. El romero pide poca agua y mucho sol. De hecho crece sin apenas agua en los secos veranos de los montes ibéricos, donde lo encontramos hasta 1.500 m de altitud. Por eso la miel de romero está tan extendida en los pueblos de España.
El romero es un arbusto típico mediterráneo, ya os he dicho. Igual que yo habrá otros abejorros (Bombus terrestris) ahora haciendo lo mismo en Nápoles, Atenas, El Cairo o Beirut.
Los humanos también aprecian esta planta y la utilizan desde tiempos inmemoriales con fines ornamentales, medicinales y culinarios. Un día iba yo volando, siguiendo el olor a romero y resulta que topé con una anciana que se estaba dando friegas de alcohol de romero para aliviar sus dolores en las articulaciones. Menos mal que la vieja también tenía bonitas macetas floridas y me quedé un rato haciéndole compañía.
Los antiguos hacían coronas de laurel y romero cuando querían honrar a alguna persona. Para ciertas culturas es símbolo de buena fe. Ya entonces nosotras tomábamos su polen, claro. En invierno es difícil llevar polen a la colmena y encontrar romeros en flor es una bendición.
Es curioso, llevo en este jardín un rato libando sus flores y salvo un tipo que me ha tirado unas fotos, pocas personas se paran un instante a oler el romero en flor. Qué poco aprecian sus jardines estos humanos. Así les va. Quizá andan presurosos buscando su polen, aunque algún zángano también veo, y no precisamente de mi especie, que solo se mueve para tirar basura al jardín.
Me vuelvo zumbando a la colmena. Anoto que los durillos (Viburnum tinus) ya tienen sus botones florales a punto de estallar. El durillo también es otra planta que se atreve a florecer en los meses más fríos, de ahí su nombre, pero eso quizá si nos volvemos a ver os lo cuento otro día.
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Javier Sancho Prieto
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Muy bueno ,un abejorro muy sabio.
Seguimos aprendiendo de nuestro entorno natural con el Perro Paco. Gracias por leernos, Fernando.
Que abejorro tan instruido!!!
Tenía entendido que los abejorros eran los zánganos y que no hacían nada…
Me retracto.
Los abejorros no son las abejas melíferas, pero si son un tipo de abeja, con sus obreras, sus zánganos y su reina. Recogen polen para alimentar a sus crías, pero no producen miel.
Gracias por pasarte por la revista, Teresa.
Para mí es un lujo, cuando voy por la Sierra de Ávila, contemplando desde lo alto el valle Amblés, detenerme a acariciar el romero y llevarme su aroma en la mano, para después disfrutarlo cerrando los ojos. No todos los humanos vivimos ciegos a los encantos que la naturaleza nos ofrece, pequeño abejorro.
Gracias por tu comentario y leernos, Carmen.
Esperando con atención la siguiente entrega!!
Qué bueno tener lectores tan fieles y agradecidos.