El taxi se enfrenta a Ayuso por el reglamento que les quiere imponer y que desde el sector ni piden ni quieren

La otra tarde andaba yo rodeando la glorieta de la Puerta de Toledo y mira por donde que me encontré de frente con que un taxi me daba las luces en señal de saludo. Vi que llevaba la luz verde y como entendí que iba a parar donde pudiera, me quedé quieto, tranquilamente tumbado sobre la acera, esperando. Ya había reconocido a mi amigo Arturo, el taxista, que salió ágil y sonriente del asiento del conductor y me dijo:

– ¡Hombre, Paco! ¡Lo difícil que es pillarte! ¡Ni con el taxi te veo y mira que echo horas! ¿Has visto que pasajero llevo? ¡Fíjate!

Y echó una carcajada mientras me señalaba un perro de trapo que viajaba en el asiento del copiloto. Estuvimos cinco minutos hablando de esto y de lo otro. Arturo siempre con su habitual desparpajo y su especial sentido del humor. Sin embargo, venía calentito por cómo marchan las cosas en su sector, en el taxi, que es como decir en la olla al fuego en la que tiene puesta su comida (y la de su familia).

El taxi de Arturo en la Puerta de Toledo
El taxi de Arturo en la Puerta de Toledo

Me contó que este miércoles 15 de febrero, el taxi de Madrid volvería a manifestarse contra el Reglamento del Taxi que pretende aprobar el Gobierno de la Comunidad de Madrid sin que los taxistas lo hayan pedido ni estén de acuerdo. Antes de esta nueva movilización ya se han celebrado en lo que va de año otras dos protestas del taxi, los días 12 y 24 de enero, frente a las sedes de la Dirección General de Transporte y la Consejería de Transportes, respectivamente, ambas dependientes del Gobierno de la Comunidad de Madrid que preside Isabel Díaz Ayuso (PP). Esto que sigue fue, palabras más, palabras menos, lo que me explicó Arturo sobre el enfado de los taxistas:

– A ver… lo que ahora se pretende no es ni más ni menos que frenar la aprobación de un nuevo reglamento que es totalmente nocivo para el sector del taxi. Un reglamento que nadie ha solicitado y sobre el que el sector ha puesto de manifiesto su rechazo.

Quise saber más detalles sobre las medidas más lesivas para los taxistas de Madrid del nuevo reglamento que quiere aprobar la Comunidad de Madrid:

– Mira, Paco, te lo explico para que lo entiendas y por si se lo quieres contar a la gente que lee tu revista. El reglamento que quieren aprobar incluye por una parte la posibilidad de que un autónomo pueda acumular hasta un máximo de 50 licencias a su nombre, que actualmente son tres. Fíjate la diferencia, con el evidente riesgo de que las plataformas jodidamente ilegales puedan hacerse con un servicio que actualmente es prestado en un 90 % por autónomos unititulares. Por otra parte, con el reglamento que quieren aprobar desaparece el actual sistema de libranzas, eliminando los días libres establecidos (la mítica letra pintada en la carrocería de nuestros coches) y permitiendo trabajar 24 horas diarias, cuando actualmente estamos regulados en un máximo de 16. Esto implica que vamos a tener que trabajar más horas para el mejor de los casos conseguir la misma recaudación. Un paso adelante en favor de la conciliación familiar, vamos.

– ¿Cómo dices?

– Lo último es irónico, Paco, que no te enteras. Pero hay más. También se quieren cargar el sistema de tarifa regulada. Es decir, que se aplique la tarifa regulada y se pague lo que se tiene que pagar. Vamos a ver, es que es muy diferente: ellos se basan en precios, nosotros en tarifas, lo nuestro está garantizado y ellos hacen con los precios lo que quieren, como empresa privada que son, a su ventaja. Cuando quieren, suben, y cuando quieren, bajan, en función de la demanda.

Tras una breve pausa para respirar, Arturo comenzaba a explayarse, inspirado:

– La existencia de unas tarifas reguladas, que están consensuadas con las diferentes administraciones, es una garantía del taxi como servicio público, que además permite que se pague un justiprecio, que permita salir rentable la actividad al taxista y que el usuario pueda pagar un precio razonable. En cambio, estas plataformas de VTC (Vehículos de Transporte con Conductor) funcionan con lo que llaman una ‘tarifa dinámica’ que en situaciones de alta demanda de servicio les permite subir el precio según su propio algoritmo. Al no estar sujetos los VTC a una tarifa regulada te pueden cobrar lo que consideren. Cuando hay un concierto en el Wizink Center, imagínate, y sale todo el mundo a la vez, pues como hay una alta demanda de servicio, se aprovechan de esto para aumentar los precios. O una noche que llueve, por ejemplo. Lo mismo. Y en el taxi eso no pasa, haga frío o calor, haya mucha demanda o poca, se cobra lo mismo, y eso es una garantía para el ciudadano y una muestra de que el taxi cumple una función como servicio público, al contrario que los VTC.

– ¿Y cómo quieren cargarse la tarifa regulada? ¿Cómo piensan hacerlo?

– El reglamento que quiere aprobar la Ayuso acabaría en la práctica con la tarifa regulada porque pretende favorecer que los VTC puedan establecer descuentos de hasta el 15 % sobre sus precios si se solicitan sus servicios mediante sus app. Utilizando esos descuentos como arma, se podrán hacer con el control del sector haciendo desaparecer la mano alzada, haciendo que todos los usuarios del taxi pasen a ser sus clientes y cobrando sus correspondientes comisiones (yo diría mordidas) al pobre taxista, que no le quedará más remedio que perder su independencia y trabajar según el dictado de una multinacional.

– ¿Pero por qué dices que desaparecería la mano alzada para coger un taxi?

– A ver, Paco, el taxi -todos lo sabemos- se ha pedido tradicionalmente a mano alzada. Necesitas un taxi, ves que va uno por la calle circulando con su luz verde o su letrero de ‘Libre’, levantas la mano y lo paras. Con este reglamento, lo que se quiere hacer es que el taxista pueda hacer hasta un 15 % de descuento en algunos momentos del día, pero siempre que lo pidas a través de la aplicación. Quienes ganan son los tenedores de estas aplicaciones. Quién va a pedir a mano alzada si te hacen un 15 % de descuento a través de una app. Es una forma de conseguir hacer clientes de sus empresas a la mayoría de los usuarios del taxi. Ojo, quieren aplicar esos descuentos pero también poder subir los precios cuando quieran. Es muy divertido todo hasta que un día te cobran un 60 % más por llevarte a casa.

Y continuó explicando, para que me quedara clarito, cristalino.

– Con esta estrategia consiguen que la gente pida el taxi a través su aplicación y además obligan al taxista a pagarles una comisión que ahora es del 15 %, pero mañana podrá ser del 30 % o lo que ellos quieran. Al final de este proceso tienen la sartén por el mango, todo el control, porque si consiguen que la gente pida a través de sus aplicaciones, pues si tú quieres trabajar no te queda otra que pagar lo que te pida la multinacional de turno. En resumen, el 95 % de las cosas que incluye el texto del reglamento que nos quieren colar no las ha pedido el taxi, sino más bien al contrario parecen haber sido dictadas según el guión ideal de estas plataformas disruptivas y jodidamente ilegales que se han metido en el sector, con sus sedes, por cierto, en paraísos fiscales. Quieren uberizar el taxi y taxificar los uber.

– Es la segunda vez en diez minutos que me subrayas lo de jodidamente ilegales, ¿de qué va eso?

– Te hacía mejor informado, Paco. Esa es la expresión literal que utilizó un directivo de UBER -una de estas plataformas-. Un grupo de periodistas tuvieron acceso a unos correos electrónicos que se enviaban entre directivos y se autocalificaban así, como “jodidamente ilegales”, porque ellos con su entrada en el sector han provocado una disrupción del mercado de transporte. Ellos dan un bofetón y después piden permiso o perdón. Primero yo entro y cuando estoy en él, ya vamos viendo. Han untado a muchos políticos para allanar el camino a todas estas aplicaciones e ir haciendo las leyes a medida para que puedan encajar.

– Pues estamos apañaos, Arturo. Y esta gente quiénes son, los de la VTC digo, que no te creas tú que la peña lo tenemos tan claro.

– Pues mira Paco, con esto del taxi, aplicaciones de este tipo que trabajen en Madrid están Bolt, Cabify y Uber, y luego está Free Now, las cuatro son multinacionales ajenas la taxi. La diferencia es que Free Now trabaja con taxis, ellos dan un servicio pero no es una aplicación de taxistas, que también las hay, hay aplicaciones de taxistas y desde hace mucho. La más conocida de estas es Pidetaxi, esta sí es de taxistas… Oye, menuda chapa que te he metido, tío. Me voy, que estoy currando. Cuéntaselo a tu gente, anda, que la gente se cree que nos quejamos de vicio… y cualquier cosa que necesites yo encantado de hablar de este tema porque me apasiona, porque me gusta, porque veo lo injusto que se nos está tratando y porque va mi trabajo en ello.

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El Perro Paco

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