Hablo con los cuadros
El último sábado de febrero volví, una vez más, al Museo del Prado. Decidí dedicarle un tiempo de mi visita a los pintores del siglo XIX, una gran parte de ellos dedicados a la pintura histórica.
Esta reseña se la voy a dedicar a Antonio Gisbert , pintor alicantino que desarrolló su arte en la época de transición entre el romanticismo y el realismo. Estudió en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid y, más tarde, en París y Roma. Fue director del Museo del Prado de 1868 a 1873, en tiempos, por tanto, próximos al Perro Paco.
De su obra, voy a elegir uno sólo de sus cuadros, seguramente el más famoso: “Fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en las playas de Málaga”.
Es un cuadro de grandes dimensiones: 3,90 metros de alto por 6 metros de ancho. Pintado al óleo. Está considerado como una de las obras maestras de la pintura histórica del siglo XIX.
Fue un encargo del gobierno de Mateo Sagasta durante la regencia de María Cristina de Habsburgo-Lorena, viuda de Alfonso XII. La intención del citado encargo fue que sirviera de recordatorio y ejemplo de lo cara que sale casi siempre la lucha por la libertad.
¿Quién fue el general Torrijos? Fue un militar y político que mantuvo una lucha constante contra el absolutismo que quería imponer Fernando VII, uno de los reyes, y está reñida la cosa, más nefastos de la historia de España.
Esta lucha le costó la cárcel, el exilio y, posteriormente, la muerte. Torrijos y 48 de sus compañeros fueron fusilados, sin juicio previo, en las playas de Málaga. Era el 11 de diciembre de 1831.
Esto es lo que recoge el cuadro: Los reos están en línea casi recta, con las manos atadas y unos frailes parecen querer ofrecer algún tipo de consuelo, mientras en el suelo se pueden ver a algunos de los fusilados.
A mí siempre me ha impresionado. Parece una fotografía. Los rostros de los protagonistas reflejan diferentes emociones: resignación, valentía, miedo…
Me llama la atención la tristeza que el cuadro transmite y también cómo se refleja lo desapacible del día…
Casi te llega el frío, la humedad de la costa en un día de invierno…
Una vez más, los sueños de libertad de una parte de los españoles… se malograron.
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Irene Paz
Imagen: ©Museo Nacional del Prado (uso autorizado)
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Efectivamente, el siglo XIX español está plagado de guerras civiles y alzamientos político-militares. De hecho, la guerra civil que comienza en 1936 con el golpe de Estado de Franco, Mola y otros generales, es para muchos historiadores el epílogo trágico de esas luchas fratricidas por ampliar o restringir derechos y libertades colectivas.
En cuanto al cuadro, una auténtica obra de arte, valga la redundancia. El realismo de la obra transmite el frío y el desasosiego del momento, como bien comentas, Irene.
Gracias por acercarnos este lienzo del Museo del Prado.
Un cuadro impresionante, sin duda.
Muchas gracias por tus comentarios….