Los paseos del Perro Paco
Para el paseante atento, pero también para el despistado, las primeras semanas de la primavera traen a las calles de Madrid un verdadero regalo para la vista: la exuberante floración de las glicinias, de nombre científico Wisteria y también conocida como Flor de la Pluma.
Es un arbusto de la familia de las leguminosas, con origen en Australia, China y Japón, de carácter caducifolio y trepador y que puede alcanzar los 100 años de edad, ahí es nada. Pero lo que resulta espectacular de la Wisteria son sus flores, que asemejan verdaderos racimos de uvas color violeta y que hacen imposible que pase desapercibida, por muy despistado que pueda llegar a ser uno. Alrededor de sus flores, su perfume. Es por lo demás una planta fuerte, que resiste el pleno sol y las heladas, y que se adapta a diferentes tipos de suelos. Una madrileña en toda regla, vamos. En estos días el Perro Paco aconseja salir a buscarla, como uno de esos tantos obsequios que nos hace la naturaleza, en este caso en primavera.
Una recomendación, un secreto del Perro Paco, con la fecha de caducidad de las flores moradas de la glicinia: encaminarse al Paseo de Yeserías, junto a Madrid Río, distrito Arganzuela, y buscar una gran pérgola, en la que los pilares han sido abrazados por la madera y las vigas durmientes colonizadas por el follaje. En estos días, a lo largo de todo el corredor cuelgan los racimos de flores de las glicinias, en un paisaje urbano digno de fotografiar, instagramear, o incluso, quién sabe, disfrutar sin más pretensiones ni prisas.
A cada lado de esta pérgola hay sendas gelaterias italianas en las que dar entrada a la temporada del frío pecado: Dolcezza (número 33 de Yeserías) y La Gelateria Di Angelo (en el 41). Uno se pregunta: ¿Qué tal se llevarán entre ellos? Bajo la pérgola hay varios bancos de madera. El plan está hecho. Por allí les espero. ¡Guau, guau!
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