La noche del domingo 26 de noviembre de 2023, la joven Tatiana Beatriz Ascoy y su pequeña hija Abril, de apenas 5 años, fueron asesinadas, presuntamente por Jhoel Antonio Salvatierra, expareja de la mujer y padre de la niña.
Tatiana Beatriz se convirtió en ese momento en la víctima mortal número 53 de la violencia de género en España en 2023, la sexta en la Comunidad de Madrid.
En esta modesta publicación que estás ahora leyendo que tiene a Madrid como foco y protagonista principal, queremos contribuir humildemente a dar testimonio de los asesinatos por violencia de género que se producen en la región y que representan la cara dramáticamente más extrema de la desigualdad que continúa existiendo en las relaciones entre hombres y mujeres. Esta semana se han cumplido tres meses desde la noche en la que Jhoel Antonio asesinó a puñaladas, presuntamente, a la que había sido su pareja desde educación secundaria y a su propia hija.
En una extrañamente calurosa mañana de este mes de febrero, nada en los alrededores de la calle Jacobeo, 62, en la que vivían, en el PAU de Carabanchel, parece recordar ya, a simple vista, lo ocurrido. ¿Y qué debería recordarlo? ¿Unas flores, un mural, un altar? ¿Serviría acaso para algo?
Un enorme edificio de viviendas, que formó parte por cierto del botín público que la alcaldesa Ana Botella vendió a Fidere, empresa inmobiliaria perteneciente al fondo de inversión Blackstone, ocupa los números 62, 64, 66 y 68 de la calle Jacobeo. Se trata de un edificio peculiar, que llama la atención, pues su fachada principal parece un mosaico de colores apagados, que sirven para delimitar los distintos apartamentos, con lo que pareciera algo similar a un contrachapado de tonos grises, marrones, granates y anaranjados.
Tatiana Beatriz, después de recibir nueve puñaladas, alcanzó a escapar con vida de la vivienda, tomar el ascensor y llegar hasta el garaje, donde finalmente murió. Parece ser que para entonces su hija Abril ya había sido asesinada, degollada en su habitación, mientras dormía.
El Estado no sirvió para evitar el asesinato de Tatiana Beatriz
La víctima había denunciado con anterioridad a la que fue su pareja. Fue en septiembre del año 2020 después de que Jhoel Antonio la amenazara con cuchillos, según denunció ella. A raíz de estos hechos, Tatiana Beatriz fue incluida en VioGen (Sistema Integral de Protección de las Víctimas de Violencia de Género), un sistema de seguimiento de casos de violencia de género que depende de la Policía. En una escala de riesgo en la que se contemplan cuatro grados, el caso de Tatiana Beatriz fue calificado como ‘alto’, el segundo más grave, con el apellido ‘de especial relevancia’ por la presencia de la menor.
Como informó entonces El País, junto a esta activación del sistema de protección policial, el Juzgado de Instrucción Número 4 de Torrejón de Ardoz, en el que se había tramitado la denuncia, estableció el 15 de septiembre de 2020 una orden de protección para Tatiana Beatriz y la prohibición para el acusado de comunicarse y aproximarse a la víctima a menos de 500 metros.
Sin embargo, apenas mes y medio más tarde, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer Número 4 de Madrid desestimó las medidas anteriormente dictadas por el Juzgado de Instrucción de Torrejón. Según recogió El Mundo, en la vista de medidas cautelares se levantó la orden de alejamiento, citando a fuentes judiciales, por “no concurrir la situación objetiva de riesgo que exige la ley”.
Siguiendo con la información del diario madrileño, pese a la decisión judicial de octubre de 2020, la Policía Municipal mantuvo el seguimiento policial del caso al menos hasta mayo de 2021. En el momento de su asesinato, su expediente permanecía en el VioGen, pero ‘inactivo’. Como estaba ‘inactivo’ el caso de Carolina, asesinada también el pasado otoño en Getafe.
El juicio no llegó hasta finales del año 2022, casi dos años más tarde de la denuncia de Tatiana Beatriz a su pareja por malos tratos. Finalmente, Jhoel Antonio fue absuelto por el Juzgado de lo Penal número 37 de Madrid. El presunto asesino negó entonces los hechos y su víctima, que fue asesinada alrededor de un año después de la sentencia absolutoria, declaró en el juicio no recordar bien lo sucedido. La Fiscalía no recurrió. Jhoel Antonio quedó libre de cargos. La Justicia llegaba tarde para la denuncia de Tatiana Beatriz. En realidad no llegó. Dos años fueron demasiado tiempo.
“Si me dejas te voy a matar”
Fueron los vecinos quienes avisaron a la Policía ante los gritos de la mujer. Víctima y verdugo ya no eran pareja, pero continuaban conviviendo bajo el mismo techo, junto a la hija de ambos y varios adultos y niños más. Estas son realidades que evidencian la precariedad económica y social a la que miles de personas se enfrentan en Madrid y que se manifiesta en las grandes dificultades para acceder a una vivienda de forma autónoma, un obstáculo añadido en los casos de separación, incluso mediando una relación de violencia. Esto pasa y pasa mucho.
Según recogieron los servicios informativos de Telecinco, la situación de violencia era habitual en la casa. Algunos vecinos declararon a los medios haber escuchado a menudo insultos, amenazas de muerte o incluso habían presenciado muestras de violencia, como empujones en la calle.
El hombre decía: “Si me dejas te voy a matar”. La Policía también había acudido varias veces a la vivienda al recibir llamadas de denuncia. En los últimos meses la situación había vuelto a empeorar ante la intención de ella de separarse, según informa El Mundo.
El diario El Español recoge el testimonio de un vecino: «No es nuevo. La Policía estaba cada dos por tres aquí y sabían de sobra lo que iba a pasar». Y añade que alguna vez él mismo intervino: «Le di un toque hace unos meses porque vi que estaba empujando a la pobre mujer».
A pesar de todo, como decíamos, su caso estaba “inactivo” en el VioGen. Y finalmente Jhoel Antonio cumplió con sus amenazas y la mató a ella y a la hija de ambos, de cincos años de edad.
Tatiana Beatriz y su presunto asesino tenían en torno a 25 años, habían emigrado a España desde su Perú natal, desde la localidad de Trujillo, buscando mejores oportunidades de vida, según afirma el diario Ojo, de Perú. Se habían conocido cursando educación secundaria, cuando habrían comenzado su relación sentimental. Él afirmaba ser DJ y productor musical.
Ella se tuvo que enfrentar también a las amenazas de su maltratador de llevarse a la hija de ambos a Perú. También a la falta de apoyo de su familia para seguir adelante con la denuncia. A los dos años de espera para que se celebrara el juicio por la denuncia que se atrevió a poner en 2020 después de que la agrediera, la vejara y la amenazara con cuchillos. Demasiados obstáculos. Y, sobre todo, una gran desprotección.
El ‘comité de crisis’ convino que no había información para predecir el riesgo
El grupo de comunicación La Cerca, de Castilla-La Mancha, recoge una nota informativa del Ayuntamiento de Madrid sobre el comité de crisis celebrado tras el doble asesinato de Tatiana y Abril. Además de buenos propósitos, concluyen en una general autoexculpación, afirmando que en las redes de intervención especializada en violencia de género del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid no constaban antecedentes de atención a las víctimas y que, en el momento de los hechos, el caso se encontraba en situación de ‘riesgo no apreciado’ y sin medidas judiciales impuestas.
Este comité de crisis se celebró el pasado 5 de diciembre, bajo la presidencia del delegado de Políticas Sociales, Familia e Igualdad del Ayuntamiento de Madrid, José Fernández Sánchez, y con participación de representantes de las direcciones generales de Igualdad y contra la Violencia de Género, Servicios Sociales y Atención a la Discapacidad, y Familia e Infancia. También estaban presentes la Policía Municipal, representantes de la Comunidad de Madrid, de los Servicios Sociales de Carabanchel y de la Delegación del Gobierno central en Madrid. El comité de crisis tuvo a bien convenir que, ante los datos con los que contaban, no se disponía de información por parte de los servicios municipales para haber detectado la situación de riesgo.
El lunes 27 de noviembre el grupo Mujeres Sin Miedo de Carabanchel impulsó una manifestación de repulsa y rabia por el asesinato de Tatiana y Abril que recorrió las calles del barrio y reunió a algunos centenares de personas.
En el momento de su asesinato, Tatiana se convirtió en la víctima número 53 de la violencia machista en este 2023 en España, la sexta en la Comunidad de Madrid. Desde su asesinato, nuevas víctimas han elevado esa cifra. La pequeña Abril no cuenta en este listado de víctimas de la violencia de género.
Esta reconstrucción de los hechos ha tomado como fuentes las noticias aparecidas en prensa, publicadas, entre otros, en los medios españoles El Español, El Mundo, El País, Público, Telecinco y La Cerca, así como en el medio peruano Ojo.
El Perro Paco contra la violencia machista
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El Perro Paco y Clara Columba
Fuentes:
- Público (Tik Tok), 27 de noviembre de 2023
- El País, 27 de noviembre de 2023
- El Español, 27 de noviembre de 2023
- El Español, 27 de noviembre de 2023 (II)
- El Nacional – El Caso, 27 de noviembre de 2023
- Telecinco, 28 de noviembre de 2023
- Telecinco, 28 de noviembre de 2023 (II)
- El Mundo, 28 de noviembre de 2023
- Ojo (Perú), 28 de noviembre de 2023
- El Popular (Perú), 28 de noviembre de 2023
- El Mundo, 29 de noviembre de 2023
- EFE Feminista, 1 de febrero de 2024
- La Cerca, 14 de febrero de 2024