Grabado del célebre elefante Pizarro, aparecido en “La Ilustración Española y Americana” en 1873.
Una mañana de teatro para bebés con “Una rana en el mar” en los Luchana
«Una rana en el mar», una obra de teatro para bebés a cargo de la compañía Zapatos de Papel, en los Teatros Luchana. El Perro Paco estuvo allí.
Tulipanes en el Jardín Botánico
Quien conserva la facultad de ver la belleza no envejece (F. Kafka). Bienvenidos al espectáculo de los tulipanes del Real Jardín Botánico de Madrid.
Homenaje a la Casa de Campo
El 1 de Mayo de 1931, menos de un mes después del triunfo de la II República, las puertas de la Casa de Campo se abrieron para todos los madrileños y visitantes en general. En 1932, José Corral y Moreno recibió el encargo de fotografiarla.
Polka Popular y Humorística del Perro Paco
Fue hace algunos días que el Perro Paco me sorprendió con su último hallazgo: una pieza musical dedicada a su antepasado, el primigenio Perro Paco. Ni más ni menos que una polka «popular y humorística».
Los prunos en flor
La floración de los prunos apenas dura unos días, pero ese momento es ahora. Hay un rincón privilegiado, entre la Ronda de Segovia y la Travesía de Gil Imón, por si lo quieren pasear.
El Puente de Hierro del Parque del Capricho
El Puente de Hierro del Parque del Capricho, obra del arquitecto Martín López Aguado, lleva a gala ser el más antiguo de España. La gloria se la suele llevar, sin embargo, el Puente de Triana de Sevilla.
La destrozona
Los Carnavales anuncian el final del invierno y, al tiempo, el inicio de un tiempo de austeridad: la Cuaresma. Hoy nos acercamos a un personaje muy particular: la destrozona.
Un monumento para el aligustre
En la noche de la Gran Nevada, la noche de Filomena, un chasquido, un ruido sordo y triste se hizo poco a poco dueño de las horas: las ramas de los aligustres al fin cedían y caían.
Las cigarreras de Lavapiés
A principios del s. XIX se abre, en el barrio de Lavapiés, la Fábrica de Tabacos. Llegaron a ser 6.000 trabajadoras. Ninguna huelga triunfaba si las cigarreras no la secundaban. Benito Pérez Galdós se refirió a ellas como «alegría del pueblo y espanto de la autoridad».