Lecturas carpetanas: Primavera para Madrid, por Magius

Lo primero que llama la atención y de forma poderosa de «Primavera para Madrid» es la magnífica edición de Autsaider Cómics, una maravilla hecha de negro y dorado, tapas duras. Después, entras en su interior y te ves atrapado por su densa y viscosa atmósfera, un ecosistema pesado que tiene como protagonista inevitable a nuestra ciudad de Madrid, convertida, para nuestra desgracia, en el terreno idóneo para las emanaciones tóxicas que se elevan por encima de las 4 torres, penetrando en cualquier ático de lujo de las zonas nobles de la ciudad. Madrid es epicentro y protagonista ambiental de este reclamo de primavera. Por ella desfila toda una colección de flores malolientes: políticos, constructores, suegros y yernos, banqueros, amiguetes, miembros de la realeza, periodistas, trepas, conseguidores, grandes empresarios, enamorados en general del cuento del business y su modo de ser, vivir y, sobre todo, poseer. De ostentar esa falsa abstracción llamada poder. Es en ese retrato sociológico de cómo vive, funciona, se divierte y se apuñala la clase dirigente y chanchullera afincada en la Villa y Corte donde reside el principal atractivo, a mi juicio, del códice de Magius «Primavera para Madrid».

En esa historia contada a retazos comienzas a pasar sus páginas sin numerar y la verdad es que te cuesta parar. Pese a que se niega claramente en la presentación de la obra, todos los protagonistas de la historia parecen tener su correspondencia evidente con personajes reales bien conocidos por todos. Todos ellos aparecen con los nombres cambiados, ya por cuestiones legales ya para poder permitirse mayores solturas narrativas. A mí esta decisión, confieso que puede ser por deformación personal o por incapacidad, me resulta problemática, porque cuando algo pretende parecerse tanto a la historia real, necesito que sea riguroso o algo me acaba picando. Y no digo que no lo sea, digo que no lo sé, porque mi memoria no da para tanto y el baile de nombres me acaba mosqueando. Particularmente, y pese a que ese retrato sociológico o ambiental de las élites me parece bien logrado, en las distancias cortas, página a página, los textos me parecen por momentos en exceso brocha gorda para lo que es mi gusto. El último de los debes radica en que al referirse a acontecimientos muy concretos de la actualidad política y el salseo de la Corte de un momento determinado, de una corta época, creo que corre el riesgo de perder vigencia si se olvidan las referencias o al menos dejan de estar frescas.

Prevalecen en cualquier caso los elementos positivos que convierten a la obra de Magius, seudónimo del autor murciano Diego Corbalán Hernández (Murcia, 1981), Premio Nacional de Cómic 2021 por esta obra «Primavera para Madrid», en una lectura muy interesante, gráficamente muy potente, casi hipnótica, que nos permite seguir la línea de puntos que une a los integrantes de esa casta de gobernantes, en su significado más amplio, que decide los designios de nuestra ciudad y una parte no menor de nuestras vidas.

Antes de publicar «Primavera para Madrid», Magius firmó las novelas gráficas «Murcia» (2015) y «El Método Gémini» (2018), así como fanzines como «Black Metal», «Clásicos caninos» o «Hammon».

Primavera para Madrid
Primavera para Madrid. Un códice de Magius

FICHA

Título: Primavera para Madrid

Autor: Magius

Editorial: Autsaider Cómics

Año de edición: 2020

Género: Novela gráfica. Ficción política o no tanto

Temática: El poder. Las élites

Número de páginas: Edición sin numeración, luego lo respetaremos

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Santiago Gómez-Zorrilla

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One Reply to “Lecturas carpetanas: Primavera para Madrid, por Magius”

  1. Una ciudad donde el hermano de la presidenta se forraba haciendo negocios con material sanitario en plena pandemia, donde se cierran más tratos en el palco del Bernabéu que en la Asamblea de Madrid y donde murieron en residencias de ancianos más de 7.000 personas con el covid-19 y los «protocolos de la vergüenza»… El cómic tiene muy buena pinta, Santiago, pero es que el Madrid de las élites tiene fango para llenar una hormigonera.

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