Cuadro abandonado en Carabanchel

Niña con turbante que sonríe

Deambulo por las calles en compañía del Perro Paco. Estamos en Carabanchel, barrio de Comillas. De pronto, algo captura nuestra atención. Un cuadro, un par de cuadros, pero sobre todo uno, abandonados, desahuciados, junto a un extraño y bastante inútil contenedor de color amarillo y forma trapezoidal solamente apto para latas y bricks. Junto a los cuadros, los restos del naufragio también incluyen un par de sillas apiladas.

Es el retrato de una joven, diría una adolescente, casi una niña, sonriente, una sonrisa clara, luminosa. Su mano sujeta su cara, pero no se ladea aprovechando el soporte. Lleva un vestido de colores cálidos, a juego con una especie de turbante que contribuye, junto a los cestos y canastos que aparecen en la escena, a darle cierto aire exótico al retrato, aunque esto puede ser perfectamente una percepción subjetiva. Los motivos del vestido son, sin embargo, algo parecido a irregulares telas de araña. Lleva, también, pulseras y un brazalete en sus muñecas y un collar de piedras blancas.

La joven mira a la posteridad, o al autor de la obra, o a nosotros, o al Perro Paco, desde ese lugar desconocido, pero ahora a ras de suelo, desde la pintura que la convirtió en inmortal, pero ahora abandonada, con fecha de caducidad, con seria amenaza de destrucción inminente. Tiene una dedicatoria que dice algo así como: A mi hija con todo cariño. A. Amillo. Santa Isabel. 11-5-945. Cuando se carece de información o, mejor, de verdad, nos queda la imaginación.

¿Cuál es la historia del cuadro?¿Cuál la de su abandono? Pienso que los números componen una fecha incompleta porque le falta un uno, aunque en realidad me parece un olvido improbable. Que fue firmado el 11 de mayo de 1945. Que lleva el nombre del autor, de apellido Amillo. Que está dedicado a su hija, que fue la retratada, la eterna sonrisa hasta llegar al vertedero. Llego a ‘Santa Isabel’ y ahí me paro. No tengo respuesta, miro al Perro Paco, tampoco la tiene. ¿Es un nombre?¿Es un lugar? ¿El lugar donde se firmó la obra quizás?

Será más tarde cuando averigüe, gracias a la llamada de mi madre, que Santa Isabel era el nombre de la antigua capital de Guinea Ecuatorial, la actual Malabo, en tiempos de la colonia. Esta ciudad se halla en la isla de Bioko, que durante la dominación española se llamó Fernando Poo. Santa Isabel cambió de nombre por Malabo en 1973, cinco años después de que Guinea consiguiera la independencia.

Así que la niña que sonríe desde el cuadro nos mira desde esta ciudad isleña africana, sin poder sospechar, con toda probabilidad, cuál sería su futuro. Ahora se explica el turbante, las ropas y todo lo demás. Es bastante probable que Amillo, quien firma la obra que dedica a su hija, fuera militar y estuviera destinado en esta colonia española en África.

Ahora nos encontramos su retrato en esta plaza de tierra de Carabanchel, junto a un contenedor de basura. Seguramente, aquella niña, que ya no es niña, sino anciana, haya muerto hace algunos días en alguna casa del barrio. Si tuviera, pongamos, alrededor de 15 años en el año 1945, en estos días de febrero ya habría superado los 90.

No sabemos cómo fue su vida, si conservaba el turbante y la sonrisa. Sabemos que nadie ha querido quedarse con el cuadro que le pintó su padre.

Me gustaría abrir un Museo de la Gente donde colgar el retrato de la niña con turbante que sonríe al Perro Paco desde un pasado remoto.

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2 Replies to “Niña con turbante que sonríe”

  1. Curioso e interesante. Allí se forraron españoles antepasados nuestros, con la madera y explotando a los nativos, tratándoles como esclavos. Hasta que Macías se hizo con el poder, al que sustituyó Teodoro Obiang en 1979, mediante un golpe de Estado.

    1. Gracias por pasarte, Pedro. La relación de España con respecto a los países ocupados que fueron sus últimas colonias creo que es un capítulo de la historia que la mayoría desconocemos. Otro capítulo pendiente de la memoria histórica de este país.
      Un abrazo
      Santi

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