El reinado, que será breve, de las Blade y las guerreras K-Pop

Las Blade causan sensación

No esperaba que este momento fuera a llegar tan pronto. Me pilló desprevenido. Pero lo cierto es que me parece algo hermoso. Me refiero a experimentar la sensación de que son mis hijos quienes me descubren el mundo, quienes me muestran las modas, las tendencias más rabiosas.

La primera vez fue la primavera pasada, cuando mi hija de 6 años me habló de dos familias de bichejos que habían llegado al colegio pisando fuerte. Hasta ese momento yo ni había reparado en su existencia y de pronto estaban por todas partes. Estoy hablando de los labubus y los capibaras, claro. Que por supuesto acabaron, en distinto formato, por desembarcar en casa.

Ahora diría que ya han declinado. En este comienzo de curso 25/26 en los parques hay nuevas reinas. El juego de moda, más entre los chicos según lo que yo he visto, son las Blade -o Beyblade-, unas súper peonzas de batalla de origen japonés que se accionan con ayuda de un lanzador de cuerda sobre un pequeño estadio portátil. El objetivo, sacar de la pista al rival, desmontar su peonza.

Y, sin embargo, las reinas no son las Blade. Netflix mediante, quienes parten la pana en este otoño de 2025 son las guerreras K-Pop y sus canciones. El sábado estuvimos viendo la película. Ya sé, ya sé, ya sé que probablemente vosotros la visteis antes, pero hemos llegado a tiempo, que es lo que cuenta. Y de nuevo esa sensación tan desconcertante, pero tan grata al mismo tiempo, de que es mi hija mayor la que me agarra del brazo para meterme en este tren de los tiempos de alta velocidad.

Por cierto, ¿qué os parece que de estos cuatro fenómenos de la cultura popular y de consumo global tres estén ligados al mundo asiático?

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