De nuevo a la huelga. Las trabajadoras que atienden en Madrid a las víctimas de la violencia de género han vivido una nueva jornada de huelga este lunes 25 de noviembre, coincidiendo con la conmemoración del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. La precariedad de sus condiciones laborales y las graves carencias en el sistema de atención a víctimas son, de nuevo, los dos motivos que las han llevado a esta jornada de protesta a través de la huelga.
Después de los dos paros parciales realizados en marzo y de la primera jornada de huelga total de 24 horas que llevaron a cabo el pasado mes de junio, las trabajadoras se han visto en la necesidad de volver a parar ante la inacción del Ayuntamiento de Madrid para solucionar los problemas de la red. La situación, desde entonces, incluso ha empeorado, según le cuentan al Perro Paco fuentes de las trabajadoras, pues han salido varios recursos municipales a concurso con unos pliegos -los documentos que marcarán el desarrollo y las condiciones en las que se presta el servicio- muy decepcionantes para las trabajadoras y que no dan respuesta a las demandas y necesidades planteadas durante todos estos meses.
A las trabajadoras organizadas de la red municipal se han unido en las últimas semanas sus compañeras de otros municipios de la Comunidad Autónoma de Madrid (CAM), confluyendo en una misma plataforma de trabajadoras en lucha. El diagnóstico en unos servicios y otros es similar: la red de atención a víctimas de violencia de género «se encuentra colapsada», según denuncian. La convocatoria de huelga se ha realizado a través del sindicato Co.Bas, que también está siendo un sujeto activo en todo este proceso de lucha.
En la desapacible mañana de este lunes 25 de noviembre, las trabajadoras en huelga llevaron a cabo sendas concentraciones frente a las sedes del gobierno municipal y autonómico. Se concentraron primero en la Puerta del Sol, frente a la sede de la presidencia de la CAM, bajo una fuerte lluvia que las empapó, pero que no enfrió sus ánimos. Posteriormente, se desplazaron hasta el Ayuntamiento, donde, simultáneamente, tenía lugar el acto oficial de conmemoración del día contra la violencia machista. En la Plaza de Cibeles, las trabajadoras volvieron a concentrarse y, esta vez con menos lluvia, realizaron una emocionante acción simbólica. Siguiendo la sobrecogedora lista de las asesinadas elaborada por Feminicidio.net, las trabajadoras dejaron un zapato rojo por cada mujer asesinada en España este año y una zapatilla blanca por cada hijo o hija asesinados. Sus nombres eran pronunciados en voz alta. Unos zapatos y otros fueron depositados sobre una red colocada en el suelo. Cuando las trabajadoras elevaban la red, los zapatos caían al suelo, entre sus agujeros. Una imagen cargada de simbolismo, pues a lo largo de todo este año han venido reiterando una misma idea, ahora plasmada visualmente a través de esta acción: «la Red ya no sostiene”.
Las trabajadoras manifiestan que la red de atención a víctimas actualmente “no garantiza la protección adecuada de las mujeres y sus hijas e hijos víctimas de violencia de género”. Esto es así, entre otros factores, por la “alta rotación de profesionales debido a las condiciones laborales precarias y una gran demora en las citas que dificulta la salida de la situación de violencia y el proceso de recuperación de las mujeres”. También han aludido en numerosas ocasiones a la escasez de plazas de alojamiento y, consecuentemente, de posibilidades reales de recuperación en recursos residenciales estables y seguros.
Asimismo, en la nota de prensa difundida con motivo de esta convocatoria, revelaban que prácticamente todos los recursos de la red de violencia de género y los espacios de igualdad, unidos también a la huelga, recaen sobre empresas externalizadas, seleccionadas a través de “un sistema de subasta” en el que consigue la gestión del servicio “quien más abarata el coste”. Esta lógica lleva, en su análisis, a “unos servicios cada vez más precarios y con un deterioro generalizado de las condiciones laborales de las trabajadoras y en la calidad de la atención dirigida a las mujeres, sus hijas e hijos”. A este respecto, las trabajadoras demandan «la municipalización de todos los recursos y su conversión en espacios públicos, garantizando la estabilidad, la profesionalidad y preservando la calidad de la atención”.
La jornada de lucha continuó por la tarde, formando parte con bloque propio de la cabecera de la manifestación convocada por la Comisión 8M «contra el sistema patriarcal y todas las violencias machistas», bajo el lema «Juntas el miedo cambia de bando». La marcha salió a las 19 h. precisamente desde Cibeles en dirección a la calle Alcalá. Las trabajadoras de la red culminaban, con su participación en la manifestación, una intensa jornada de movilización por sus derechos como trabajadoras y por la mejora y dignificación de la respuesta institucional que se está dando en Madrid a día de hoy a las mujeres víctimas de violencia.
Actualmente, y según ha podido saber el Perro Paco, las trabajadoras se encuentran haciendo balance de la jornada de huelga, con la intención de continuar con su organización, su denuncia pública y su pelea. Lo cierto es que se encuentran bastante hartas de que no se escuchen sus reivindicaciones, al ser un tema importante que se está obviando por parte de las instituciones competentes.
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El Perro Paco
Fotos: Pilar Martos (cabecera) y Clara Columba